viernes, 9 de diciembre de 2016

Living in the Netherlands - Sinterklaas

Con esta entrada quiero inaugurar una nueva sección en el blog: la cultura en los Países Bajos. A veces es tan parecida a lo que veo como me imaginaba que sería que no le doy más vueltas al asunto y me limito a aceptarla. En otras ocasiones me sorprende más lo que mis compañeros internacionales tienen qué decir acerca de la propia que la cultura de este país pasa a segundo plano (porque ya he aplicado muchas veces la primera opción). Pero también están aquellos guiños que se salen por completo de lo que ya es mi día a día.

Antes de venir a los Países Bajos tenía formada una idea de lo que era Sinterklaas. Para mí, ese no era más que el nombre neerlandés de San Nicolás a.k.a. Santa Claus, el mismo que entrega regalos a los niños en México el 24 de diciembre de cada año (aunque en algunas familias mexicanas los regalos los trae el Niño Jesús, pero eso es tema aparte). Pues bien, sí que es Sint Nicolaas, cuyo nombre de modificó a Sinterklaas, pero no es viejo bonachón venido del Polo Norte que aparece cada navidad. Para empezar, Sint es un hombre delgado que tiene un caballo blanco llamado Amerigo, se viste con ropas de obispo, y lleva capa y estolas de color rojo; se ayuda de un cayado dorado y es acompañado por los Zwarte Pieten.

Sí, lo mejor es que me vaya olvidando de los elfos -.-

Y ahora seguramente me dirán que esta tradición no es tan diferente. Venga, que si nos ponemos a pensar es raro imaginar renos en países de clima tropical y a un hombre de barriga prominente entrar a través de la chimenea de un hogar que no tiene chimenea. Pues bien, aquí no acaba la cosa. Los regalos no se entregan en la víspera de la navidad, ni en la navidad propiamente dicha, sino el 5 de diciembre en la víspera de San Nicolás. Y Sint no pasa la mayor parte del año en un clima nórdico como estamos acostumbrados a creer. No, qué va, porque él vive en España y llega a Holanda en un barco de vapor (?) a mediados de noviembre.


¿Recuerdan el mito del pedazo de carbón si el niño se porta mal? ¿O que de plano no recibirá nada por no haber sido un buen niño? Pues aquí el castigo es que uno de los Pieten te meta en un saco y te lleve con ellos de vuelta a España. Una amiga mexicana comentó que en ese caso ella ha sido una chica muy mala con la esperanza de tener un viaje gratuito a España, aunque parece que no funcionó porque sigue aquí, en cuanto escuchó de esta curiosa tradición.

Con la llegada de Sinterklaas las tiendas comienzan a ofrecer unas deliciosas galletas de canela (pepernoten) que son la onda acompañadas de chocolate caliente o café. Y me han contado que, de acuerdo con la tradición, los niños dejan un zapato con su lista de deseos dentro y una manzana para que coma el caballo blanco de Napoleón Sint antes de dormir. Al día siguiente, si todo marcha bien, al despertar se encontrará con un obsequio y la inicial de su nombre hecha de chocolate.


En esta ocasión mis amigos del grupo que formé en la semana de inducción y yo organizamos una pequeña cena en donde también hicimos un "Sint secreto". Le compramos algo a la persona que nos tocó al azar y le escribimos un bonito poema, y al final recibimos una preciosa letra de chocolate por parte del anfitrión que prestó nuevamente su casa para el evento.

Sí, cenamos comida china en Sinterklaas.
Mi regalo de Sinterklaas :)



¿Lo bueno de ser mexicana y estar en los Países Bajos? ¡Qué este año tendré Sint y Santa!

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